Una madre da a luz a 10 bebés y los médicos se dan cuenta de que uno de ellos no es un bebé. ¡Qué gran sorpresa!…

“Algo anda mal”, susurró la partera.

Cuando Grace Mbele, de 29 años, se puso de parto en Pretoria, Sudáfrica, los médicos ya se estaban preparando para lo que creían que sería un parto récord: 10 bebés a la vez.

Toda la sala de maternidad bullía de anticipación. Las cámaras estaban esperando. Las enfermeras susurraban sobre el récord mundial Guinness.

Pero nadie podría haber predicho lo que estaban a punto de presenciar esa noche: algo que conmocionaría profundamente incluso a los médicos más experimentados.

La madre milagrosa

Grace y su esposo, Samuel, habían luchado durante años para tener hijos. Después de cinco tratamientos de fertilidad fallidos, su sexto intento de FIV finalmente tuvo éxito, pero las ecografías seguían sorprendiendo a todos

Primero fueron gemelos.
Luego trillizos.
Luego siete.
Para el séptimo mes, las ecografías mostraron diez latidos cardíacos distintos.

“Fue como un sueño”, dijo Grace más tarde. “No lo cuestionamos. Simplemente le dimos gracias a Dios”. Los hospitales prepararon una sala de partos especial. Se alinearon diez incubadoras. Un equipo de doce médicos y treinta enfermeras fue asignado al parto.

La noche más larga

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La noche del 8 de junio de 2025, Grace entró en trabajo de parto natural.
Duró nueve horas.

El primer llanto se escuchó a las 9:24 p. m.: una niña sana.
Luego, uno tras otro, los nacimientos continuaron: niños y niñas, pequeños pero respirando.

Para cuando llegó el noveno bebé, todos en la sala estaban exhaustos pero eufóricos. Las enfermeras lloraban. Una de ellas gritó: “¡Lo logró! ¡Diez milagros!”

Pero cuando comenzó el décimo parto, los monitores emitieron pitidos erráticos.

¡Doctor, su ritmo cardíaco no es normal!

Grace gritó de dolor y el ambiente pasó instantáneamente de la celebración al caos.

La cosa que no lloró

¡Una madre da a luz a 10 bebés y los médicos se dan cuenta de que uno de ellos no es un bebé! ¡Sorpresa para el médico! - YouTube

Cuando nació el décimo “bebé”, el silencio llenó la habitación.

No hubo llanto. No hubo movimiento. No hubo señales de vida.

Al principio, las enfermeras pensaron que era un mortinato. Pero cuando el médico lo levantó suavemente, todos se quedaron paralizados.

Porque lo que vieron no era un bebé

Envuelto en una membrana translúcida había algo que parecía casi humano: extremidades pequeñas, pero la piel era dura, grisácea y fría al tacto. Tenía forma de cabeza, pero no tenía rasgos faciales. El torso parecía fusionado, con un extraño tejido reticulado que lo conectaba a un cordón delgado que aún estaba unido a Grace.

Una enfermera se desmayó instantáneamente. Otra dejó caer sus herramientas.

El Dr. Luyanda, el jefe de obstetricia, susurró:

“Esto… esto no es un feto. Esto es otra cosa.”

Pánico en la habitación

En cuestión de minutos, el personal de seguridad desalojó la habitación. El décimo objeto fue colocado cuidadosamente dentro de un contenedor estéril. Grace fue sedada y trasladada a cuidados intensivos.

Los rumores se extendieron como la pólvora por los pasillos del hospital:

“¿Un gemelo deforme?”
“¿Una anomalía médica?”
“¿Algo sobrenatural?”

Las autoridades intentaron mantener la situación en secreto, pero al amanecer, alguien filtró una foto borrosa en línea. Mostraba a una enfermera sosteniendo un pequeño bulto envuelto en tela quirúrgica, con lo que parecía ser un leve brillo metálico en la piel.

El pie de foto decía: “El décimo bebé… no era un bebé”.

Internet explotó.

La investigación oficial

Tres días después, el departamento de salud del gobierno ofreció una conferencia de prensa.

El Dr. Luyanda se paró frente a las cámaras con flash y los reporteros temblorosos. Su voz era firme, pero sus ojos delataban la conmoción.

“Podemos confirmar que la Sra. Grace Mbele dio a luz a nueve bebés sanos”, comenzó.
“Sin embargo, la décima muestra está siendo analizada. No coincide con los marcadores biológicos de un feto humano”.

Esa frase lo cambió todo.

El “décimo bebé” fue trasladado de inmediato al Centro Nacional de Investigación Biomédica en Johannesburgo. Los científicos lo mantuvieron en observación durante 24 horas.

Lo que encontraron dentro

A primera vista, el objeto parecía un feto malformado de unas 20 semanas, pero las imágenes revelaron algo extraordinario: diminutas estructuras metálicas incrustadas bajo su superficie, formando patrones simétricos.

“Como un circuito”, dijo un investigador.

Al escanearlo con una resonancia magnética, emitió débiles señales electromagnéticas, similares a las de un microchip. Sin embargo, estaba compuesto de tejido orgánico.

Nadie pudo explicarlo.

La bióloga forense Dra. Naomi Lefebvre declaró:

“Es diferente a todo lo que hemos visto antes. No es sintético. No es completamente biológico. Es… ambas cosas.”

El equipo médico lo llamó “Sujeto 10”.

Los extraños sueños de Grace

Mientras tanto, Grace permaneció inconsciente durante casi 36 horas después de dar a luz. Cuando finalmente despertó, lo primero que preguntó fue: “¿Dónde está el tranquilo?”

Su esposo pensó que se refería al bebé más pequeño. Pero ella negó con la cabeza

—No —susurró—. El que nunca lloró. Lo sentí observándome todo el tiempo dentro de mi vientre. No era como los demás.

Los médicos lo descartaron como un trauma posparto. Pero cuando describió su última ecografía, sintieron escalofríos.

Grace recordó haber visto algo que el técnico ignoró: un destello de movimiento, separado de los otros fetos. —No había latido —dijo—. Pero se movía.

Sensibilidad global

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