Mi hija se encerraba en el baño para comer: un día decidí instalar una cámara para entender el motivo de su extraño comportamiento, y vi algo impactante.

Mi hija se encerraba en el baño para comer: un día decidí instalar una cámara para entender el motivo de su extraño comportamiento, y vi algo impactante.😲😱

Últimamente, mi hija de cinco años se ha comportado de forma muy extraña. Siempre ha sido una niña obediente e inteligente, aprendía cosas nuevas con facilidad y nunca fue quisquillosa con la comida. Pero de repente, desarrolló un hábito que me preocupó mucho.

Cada vez que la llamaba para almorzar, se negaba a sentarse a la mesa. En cambio, se llevaba el plato al baño, donde ya había colocado una sillita. Allí cerraba la puerta con llave y solo entonces empezaba a comer. Al terminar, salía con el plato vacío, como si nada.

En otras ocasiones, nunca iba allí a jugar ni a sentarse; el baño se había convertido solo en su lugar para comer. Al principio, pensé: «Probablemente solo sea un juego, pronto pasará». Pero cuando esto se repitió a diario durante un mes entero, me asusté. Los peores pensamientos comenzaron a cruzar por mi mente: ¿podría tener algún problema?

Hablar con mi hija fue inútil; respondía a mis preguntas en silencio. Así que decidí: por la mañana, instalé una cámara oculta en el baño para vigilar.

Cuando llegó la hora de comer, volvió a tomar su plato, fue al baño, se encerró y se sentó en su silla. Al principio, comió tranquilamente. Pero entonces ocurrió algo que me impactó. 😨😱Continúa en el primer comentario.⬇️⬇️

De repente, mi hija dijo en voz alta:

— ¡Eso es todo! ¡Alex no se lleva nada!

Casi se me cae el teléfono. Alex es su hermano mayor.

Más tarde llamé a mi hijo y le pregunté estrictamente:

—¿Sabes por qué tu hermana siempre come en el baño?

—Sí, lo sé —respondió con calma.

—¿Y por qué?

Tenía miedo de escuchar su respuesta.

—Esta gata asustadiza tiene miedo de que le robe la comida. Por eso se encierra.

—¿Alguna vez le has robado su comida?

Mi hijo se encogió de hombros:

—Sí, unas cuantas veces. No es culpa mía que el suyo siempre sepa mejor.

Entonces todo se aclaró. Había imaginado escenarios terribles, pero la realidad era mucho más simple. Mi hija simplemente tenía miedo de que su hermano volviera a robarle un trozo de su comida favorita.

Y ella es muy vengativa y tiene principios: decidió proteger su comida a toda costa.

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