

Uno de los incidentes más inolvidables y controvertidos de los últimos tiempos ocurrió en el Zoológico de Cincinnati cuando un niño de tres años cayó accidentalmente en el recinto de los gorilas. El aterrador momento, grabado en video por transeúntes, se difundió rápidamente por las redes sociales bajo el título “El niño en la jaula del gorila”. Causó conmoción, tristeza y debate en todo el país y el mundo.
El video muestra al niño, visiblemente confundido y asustado, dentro del recinto con Harambe, un gorila de espalda plateada macho de 17 años que pesa más de 180 kilos. Durante varios minutos de tensión, Harambe se acercó al niño, lo tocó con curiosidad y, en ocasiones, lo arrastró por el foso. Los visitantes del zoológico gritaban de pánico, intentando llamar la atención del personal mientras la dramática escena se desarrollaba ante sus ojos.
Los funcionarios del zoológico respondieron en cuestión de minutos. Un equipo de seguridad, expertos en animales y veterinarios evaluó rápidamente la situación. Dada la imprevisibilidad del comportamiento del gorila y el peligro real que corría la vida del niño, el zoológico tomó la dolorosa decisión de disparar y matar a Harambe.
Ese día en Cincinnati fue más que un encuentro trágico: se convirtió en un punto álgido de una conversación en curso sobre la paternidad, los derechos de los animales y las difíciles decisiones que a veces enfrentamos cuando hay vidas en juego.
Để lại một phản hồi