Todas las noches, mi hija llamaba a casa llorando y me pedía que fuera a recogerla. A la mañana siguiente, mi esposo y yo fuimos a buscarla para que se quedara allí. De repente, al llegar a la puerta, me desmayé al ver dos ataúdes en el patio, y entonces la verdad me llenó de dolor.
Todas las noches, mi hija llamaba a casa llorando y me pedía que fuera a recogerla. A la mañana siguiente, mi esposo y yo fuimos […]