Llevo tres años casados y, de repente, mi marido me pidió dormir en habitaciones separadas. Me opuse con todas mis fuerzas, pero no lo conseguí. Una noche, mientras él no estaba, hice un pequeño agujero en la pared, y al día siguiente, mientras miraba a escondidas… me quedé paralizada.
Llevábamos 3 años casados, el amor aún era intenso, cuando de repente un día mi marido, con cara seria, me dijo:“Quiero dormir solo un rato…” […]