La joven amante, una recién graduada sentada frente a mí, se bajó el cuello para revelar un pequeño tatuaje de fuegos artificiales sobre su corazón, un “símbolo de amor” para mi esposo, y dijo: “Nada puede cambiar nuestro amor…” Estallé en risas y le enseñé lo que significa ser una chica tonta persiguiendo el dinero.
Mi esposo y yo tenemos casi cincuenta años. Nos conocimos en la universidad, cuando la vida no era más que fideos instantáneos y pequeños sueños. […]